La deshumanizacion como sistema de dominación. Deshumanización y Poder
Los procesos de deshumanización están íntimamente relacionados con los sistemas de dominación y poder y con la manipulación de la cultura de masas o mainstream. En general los sistemas autoritarios de poder contienen procesos de deshumanización de las personas a ser dominadas: lo primero que hizo Adolf Hitler para llegar al poder en Alemania fue adueñarse de los medios de comunicación de masas y adoctrinarlas con una serie de máximas o sloganes mentirosos (desinformación) que, repetidos indefinidamente, fueron sentidos como una verdad. A ello se unieron los distintos procesos de adormecimiento de la conciencia colectiva que Hannah Arendt bautizó banalidad del mal: mirar hacia otro lado, reducir la ética a medios, pero no a principios ni fines, etcétera.
Se han detectado procesos de deshumanización metódica como sistema de dominación en campos de concentración como los organizados por el nazismo, las dictaduras sudamericanas (Argentina entre 1976-1983 bajo Jorge Rafael Videla), los gulags soviéticos, etc.
El consumismo y el capitalismo también provoca estados de deshumanización tristemente generalizados, como han demostrado diversas variantes del Experimento Milgram. Las relaciones humanas se vuelven relaciones de consumo y alienación y no se vuelven duraderas, sino de usar y tirar ya que las personas son reducidas al status indefenso de meras cosas pasivas mediante procedimientos de reificación. Al repecto Herbert Marcuse habló de el hombre unidimensional.
Tecnologia y deshumanización:
Existe una amplia corriente de pensamiento que asocia el desarrollo de la tecnología con la deshumanización. Desde este enfoque en general se sostiene que la tecnología tiene el efecto de entorpecer las relaciones humanas aislando y alienando a las personas.
La histórica película Tiempos Modernos de Charles Chaplin es un alegato frente a la deshumanización y alienación del trabajador producido por la máquina y la forma intensiva de organización del trabajo. El escritor argentino Ernesto Sabato ha desarrollado ampliamente un pensamiento que cuestiona la sociedad tecnológica como fuente de una vida deshumanizada.
Salud y deshumanización:
Esta deshumanización que afecta a los pacientes y sus familiares, tiene que ver con el aplazamiento arbitrario de sus consultas, con un trato indiferente, hostil o déspota, con la estigmatización e identificación de los pacientes por la patología, número de la cama o historia clínica, con la entrega de medicamentos que no combaten la enfermedad o la compra de su propio bolsillo, de medicamentos que se encuentran fuera del POS. Impidiendo el acceso a un servicio digno, una atención en salud oportuna y de calidad.
Algunos profesionales de salud se enfocan tanto en su crecimiento económico, que olvidan que deben demostrarse más solidarios, respetuosos y comprensivos con pacientes y los familiares de estos. Ciertas instalaciones en los que se atiende la salud, carecen de comodidades y espacios que permitan a los acompañantes de los pacientes pasar una noche en condiciones dignas, muchos se ven obligados a dormir en el piso, tener que traer elementos para el baño de sus familiares, porque no se cuenta ni siquiera con un calentador de agua que permita a las personas de tercera edad bañarse, sin sufrir los rigores del agua fría.
Con frecuencia se trasgrede la intimidad y la privacidad de los pacientes, las áreas de trabajo son ruidosas, impiden el reposo y la tranquilidad de los enfermos. Algunos profesionales del área de la salud cansados por las jornadas de trabajo, tratan a los más vulnerables con despotismo, les hablan con autoritarismo, como si les estuvieran regañando o juzgando, en lugar de servir como apoyo ante la necesidad que estos tienen de sus servicios y la obligación de los mismos de atenderlos.
Educación y deshumanización:
Se habla de muchos problemas sociales, de la violencia, de la indolencia, del cinismo, de la perdida de valores, de la moral, de la deshumanización del hombre; que el problema es el ateismo, el materialismo, el culto a lo efímero y a la tecnología por parte del hombre.
Ha ciencia cierta no se tiene un que o quienes, una causa establecida, que hace necesario un estudio fenomenológico en la educación, ya que es la base fundamental de la sociedad y de la formación estructurada del hombre, para así poder determinar si es cierto o no, que se ha deshumanizado, desvalorizado, o que debe evolucionar la estrategia pedagógica para contribuir al desenvolvimiento armónico del sujeto, para su propio perfeccionamiento y bienestar, para la construcción o reordenamiento del ideal del hombre "LO HUMANO"
Partiendo de la definición de deshumanización: como acción de privar a una persona del carácter humano, y llevándola mas explícitamente a la educación: como crianza, enseñanza y doctrina que se da a los niños y a los jóvenes para su perfecta formación adulta, que puede tomar el nombre según su objeto o aplicación: moral, intelectual, fisica, de los niños, de los especiales
Deshumanización Social:
Tanto en la vida social actual como en el comportamiento individual de las personas aquellos sagrados valores propios de los tiempos pasados han ido a parar al monte del olvido. El nivel cívico y el humanismo de las anteriores generaciones han sido sustituidos por la egolatría y el individualismo, tanto público como privado, que se practica en la forma de vida actual. La antigua virtud de la solidaridad ha sido sustituida por el egoísmo y el personalismo de nuestra actual forma de vida. El respeto al prójimo, sobre todo a nuestros mayores, ha sido sustituido por el desprecio y el pasotismo de las actuales generaciones. El espíritu de sacrificio, la atención y el cuidado a los débiles y necesitados han sido suplantados por el egoísmo del sálvese quien pueda.
Pero similar comportamiento, fruto a veces del egoísmo de las personas privadas, ha invadido también la esfera pública. La despreocupación de las instituciones por la atención y el cuidado debido a nuestros mayores es evidente. Sus esfuerzos suelen estar dirigidos a la realización de grandes obras faraónicas. Obras como el Gayás, ese Escorial gallego de Fraga que amasó su cemento con el sudor de tantos gallegos; o a otros proyectos superfluos e innecesarios, desdeñando la atención debida a quienes en los últimos días de sus vidas la necesitan; o a la cultura del mundo del ocio y de la diversión, ignorando otras carencias prioritarias de los más necesitados de la sociedad, nuestros mayores. Cuando en tiempos pasados se esforzaron en hacer asilos y residencias para recoger a las personas necesitadas antes que dotarse de otros recursos no tan necesarios, hoy se cambiaron las prioridades y las administraciones se dedican preferentemente a sostener otros servicios más accesorios y secundarios, abandonando mientras tanto a nuestros acianos a su suerte y sometiéndolos a tener que morir en el destierro. Se empeñan en faraónicas y costosas obras, pero no se preocupan del destino final de nuestros mayores necesitados de ayuda, que se ven obligados a tener que desplazarse a lejanas residencias a morir lejos de su hogar y de sus familiares y amigos. Apoyan nuestro deporte y nuestra cultura, pero abandonan a nuestros viejos que con su trabajo y sudor contribuyeron a nuestro bienestar actual. Movidos por intereses electorales, vuelcan sus atenciones y sus recursos en halagar a nuestros jubilados, con viajes, bailes y comidas, pero los abandonan a su suerte en sus últimos días. Y un largo etcétera de proyectos y objetivos prescindibles en los que vuelcan sus atenciones, generalmente por intereses políticos electoralistas, abandonando a su suerte el destino final de aquellos que tanto lucharon por nosotros, sus hijos.
Deshumanización del trabajo:
En la coyuntura actual sabemos que el tener un trabajo ahora es casi un privilegio. Y es casualmente por esto que muchos empleadores no han asumido realmente lo que es tratar de administrar los recursos humanos, sino que los usan en muchos casos como peones para poder disponer de su trabajo a su antojo y poder desplazarlos de una sección a otra o a cualquier sucursal a veces comouna forma de “castigo”.
Nos preguntamos ¿pero donde empieza realmente a deshumanizarse la relación laboral existente en un centro de trabajo?
Creo que no hay un punto de quiebre en esto, por que todos sabemos que si trabajamos para alguien siempre lo hará para percibir ganancias y para lucrar. Esto no es un delito pues es parte del sistema. Pero cuando empezamos a sentirnos incómodos o nos incomodan en nuestro trabajo personas o hechos entonces el gusto que sentimos por el trabajo se convierte de a poco en un malestar hasta llegar muchas veces a odiar lo que antes querían y para lo que te habías preparado.
El inicio de este malestar puede empezar de abajo en la estructura laboral o de arriba cuando la dirección que se le da a la empresa no es una orientación de trato agradable y de indicaciones u órdenes laborales justas sino que estas se dan verticalmente sin tomar en cuenta la opinión o criterio del trabajador que casi siempre hace uso de su creatividad para moldear la indicación dada y mejorar el resultado que se espera de esta orden de trabajo.
La deshumanización laboral se da en este sentido cuando tu no cuentas sino solo para conseguir un fin. No importa tu salud, tu estado de ánimo por el trato, no importa la persona sino lo que se le ordena que haga.